Si no necesitara un final de dominio específico (TLD), no haría negocios con ellos. Los he encontrado groseros, muy poco profesionales, poco útiles y, en realidad, un obstáculo para los negocios. Una vez que finalmente conseguí que mi dominio funcionara, me cobraron de más, intenté contras e insultaron. Tenga en cuenta que si no paga la renovación tres meses antes, reclamarán que su dominio ha expirado y querrán cientos de euros para recuperarlo. Chantaje límite. Definitivamente poco ético.